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La Tecnología Smartcontract de Zemsania, en el diario El Mundo

Las nuevas tecnologías y aquellas personas que las diseñan cobran cada vez más protagonismo en los medios de comunicación. Y no es de extrañar, ya que la innovación en todo tipo de negocios es un requisito indispensable para no solamente seguir creciendo, sino además no perder el tren de la Transformación Digital. En la esfera de la innovación se encuentra, precisamente, la tecnología Smartcontract de Zemsania, que el pasado domingo 15 de octubre apareció en la sección Innovadores del El Mundo.

Como expertos en soluciones para la Transformación Digital, en Zemsania nos alegramos de que desde los medios de comunicación se muestre cómo la tecnología puede ayudar a las empresas a mejorar sus perspectivas de futuro y apuesten por dar voz a los creadores de esta nueva realidad conectada. ¡No te pierdas el artículo de El Mundo sobre el Smartcontract que te mostramos a continuación!

El diario El Mundo entrevista a Miguel Viana, director de arquitectura de sistemas de Zemsania

Para explicar en qué consiste la tecnología Smartcontract, el rotativo entrevistó a Miguel Viana, director de arquitectura de sistemas en Zemsania, que fue el encargado de diseñar esta nueva solución. Tal y como explica El Mundo, en Zemsania hemos desarrollado un nuevo tipo de tecnología que otorga a un documento estático poder de reacción y diálogo con otros documentos, y que puede autorizar o paralizar de forma automática un proceso legal según se ordene en las cláusulas del contrato a la que esté sujeto.

Para comprender mejor cómo funciona el Smartcontract, Miguel Viana explica en El Mundo cómo esta nueva tecnología se basa en el blockchain: “El blockchain permite que los programas se bajen a trozos, pero que lleguen a tu ordenador juntos y en forma de programa completo”. Según Miguel Viana, “es como si coges un billete, lo rompes en 20 cachos, le das cada trozo a un cartero – que hará su camino- y, en el destino final, el billete se reciba montado”.

El blockchain, en resumen, es un transporte muy fiable: “Pensamos que coger un documento, partirlo en trozos y enviarlo por blockchain para que en el siguiente sitio lo vuelvan a componer con la seguridad de que nadie lo haya tocado por el medio, es una buena idea”, propone Miguel Viana en El Mundo. Y eso es solamente una parte del concepto Smarchcontract: “Nos hemos enfocado en la multicláusula: leer el contenido del documento y darle inteligencia a cada cláusula con metaetiquetas para que sepa responder a ciertas circunstancias”.

El hecho de que un documento tenga poder de reacción y pueda paralizar o autorizar un proceso legal de forma automática tiene infinidad de aplicaciones en muchos sectores distintos. Para empezar, la maquinara de un establecimiento podría rechazar el pago con una tarjeta del trabajo si se trata de una compra personal y se ha firmado un contrato que lo impida. Otro ejemplo podría ser que una turbina que limpia el aire no se active por la mañana si detecta que no se ha hecho el mantenimiento adecuado según el pertinente contrato digital.

En un futuro dominado por el Internet of Things (IoT) donde predominen las pulseras con sensores identificativos, se podría discernir si alguien es menor y no tiene autorización para entrar en un concierto. Por último, podríamos pensar en el sector logístico, en una situación en la que las barreras inteligentes no permitirían el paso a vehículos con mercancías peligrosas si no tienen al día los seguros correspondientes.

La tecnología Smartcontract de Zemsania prepara un entorno, tal y como explica Miguel Viana en El Mundo, en el que las máquinas no harán nada que no esté soportado por una cláusula redactada legalmente. Con la ventaja de que, además, los contratos estarán criptosecurizados, se transmitirán mediante blockchain y se podrá controlar casi a la perfección la trazabilidad del documento. «La controversia es que tecnologías como el blockchain están hechas, precisamente, para ocultar la traza», explica Viana. «Hay que matizar que se trata de coger un contrato, introducir los metadatos, etiquetarlo y convertirlo en smart, empaquetarlo y mandarlo mediante blockchain, pero que nuestro trabajo está en el contenido».

La clave de esta nueva solución es que habrá espacio para la interacción humana y, por lo tanto, no serán solo las máquinas las encargadas de llevar a cabo tareas delicadas relacionadas con la legalidad: «El único con capacidad de elaborar un Smartcontract será un abogado», aclara Miguel Viana. Para ellos, concluye, va a haber dos tipos de formaciones, una en la que se de inteligencia a los contratos físicos y otra pensada para las nuevas generaciones, que generarán cláusulas ya pensando en que éstas estarán conectadas. «Los abogados tendrán que redactar los contratos lo mejor metaetiquetados posible para resolver que cuando suceda una cosa, responda otra cláusula», concluye Miguel Viana.

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