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Cómo es la gestión de residuos en una Smart City

Cuando hablamos de una Smart Cit pensamos en todas aquellos servicios que puede ofrecernos la ciudad y que nos hacen la vida un poco más fácil: Mejoras en la movilidad, en el transporte público, aplicaciones dedicadas al turismo, servicios de emergencia… En definitiva, un sinfín de sistemas centrados en la comodidad de los ciudadanos. Lo que normalmente olvidamos es lo que el Internet of Things y la conectividad a tiempo real pueden hacer para mejorar el medio ambiente. Algunas de las soluciones más arraigadas a día de hoy son las referentes a la gestión de residuos en una Smart City, a pesar de que a menudo son las que más pasan desapercibido.

La gestión de los desperdicios, sobre todo en las grandes ciudades, es todo un desafío. Millones de personas generan toneladas de residuos cada año, que podrían gestionarse mejor si se implementara una solución tecnológica en toda la urbe.

La gestión de residuos en una Smart City: Cómo optimizar el reciclaje y ahorrar costes

Una de las primeras administraciones que apostó por la optimización del reciclaje fue el Ayuntamiento de Oxford, que en 2012 inició un plan para modernizar las papeleras de los parques públicos. Con un presupuesto de unas 15 mil libras, el Ayuntamiento repartió una serie de contenedores que funcionan con energía solar y que, además, envían un email a los funcionarios del ayuntamiento cuando está casi lleno. De esta forma, los trabajadores ahorran el tiempo que podrían utilizar para ir personalmente a ver si el contenedor está lleno o no.

A pesar de la inversión inicial, esta renovación formaba parte de un plan mayor para ahorrar al consistorio un total de 80 mil libras al año gracias a la reorganización de los servicios de limpieza y de mantenimiento.

El contenedor, fabricado por la compañía Big Belly, tiene un panel solar que provee de energía al compactator de residuos interno. Como los residuos pueden compactarse, se pueden almacenar un total de 800 litros de desperdicios, unas 8 veces más de los que pueden almacenar los contenedores corrientes.

El Oxford Mail recogió las primeras impresiones de los trabajadores de la ciudad cuando se implantaron los primeros contenedores inteligentes. Según Jason Rudge, encargado de mantenimiento de uno de los parques de Oxford, estos nuevos contenedores les facilitan mucho la vida a los trabajadores: “El contenedor que estamos probando envía un email cuando se encuentra al 85% de su capacidad, y otro cuando está al 95%. Es genial, porque no tengo que ir a mirarlo personalmente. Simplemente tengo que vaciarlo cuando está lleno, de manera que puedo centrarme en otros proyectos relacionados con el parque”.

A día de hoy, esta gestión inteligente de residuos está plenamente implantada en Smart Cities como Barth (Reino Unido), Viborg (Dinamarca), Arnsberg (Alemania) y Philadelphia (Estados Unidos).

La gestión inteligente de residuos en España

 

España tiene lo que podríamos llamar «tradición» en la gestión inteligente de residuos si lo comparamos con otros países. En concreto, ya en 2012 Vitoria-Gasteiz obtuvo el premio a la Capital Verde Europea, que han ganado otras ciudades como Ljubljana, Estocolmo o Bristol.

El Ayuntamiento de Vitoria instaló unos contenedores de residuos orgánicos, papel y envases ligeros que informan mediante GPS de su ubicación, el peso de los residuos y cuándo fue la última vez que se vació. Además, la flota de vehículos de limpieza y recogida de los desperdicios también tienen GPS, así que con un programa para visualizar la posición de cada vehículo la administración es capaz de optimizar las rutas de limpieza y ahorrar tiempo y recursos. Además, para facilitar el mantenimiento de los contenedores, el ayuntamiento tiene un inventario de papeleras, contenedores y buzones de recogida neumática georeferenciados con datos del modelo, fotos y estado de conservación y limpieza.

En 2013, El Confidencial publicaba que la empresa Ros Roca de Lleida acababa de presentar contenedores que mandan un aviso cuando están llenos, parecidos a los que ya comercializó Big Belly. Joan Marc Ruiz, director de proyectos Ros Toca, explicó a este medio que no se trataba estrictamente de contenedores inteligentes, sino que gracias a la implementación de una serie de sensores que recopilan datos pudieron dotar de inteligencia a los contenedores que ya usamos habitualmente.

Los datos que recopilan los sensores son enviados a la nube, a la que tiene acceso el Ayuntamiento. Gracias a este sistema, se puede tener constancia del nivel de carga del contentedor, el recorrido de los residuos e información de alguna situación de emergencia, como podría ser un incendio en una fase inicial.

Para terminar con este resumen del sector en España, podemos hablar de un caso reciente. El pasado mes de marzo los medios de comunicación publicaban que Alcalà de Xivert, en Castellón, se convertía en el primer municipio en instalar contenedores inteligentes de residuos. Estos vienen equipados con un sistema informático y un lector de tarjetas con el que cada persona registra las cantidades de residuos que recicla. Lo bueno del caso es que el Consorcio de Castelló podrá premiar con descuentos a los vecinos que más reciclen, como ya sucede con los ecoparques y los ecomóviles. Sin duda incorporar el elemento de los puntos y los premios hará que los vecinos se animen a utilizar los nuevos contenedores, un elemento imprescindible si tenemos en cuenta que lo más difícil suele ser conseguir la motivación para mejorar el medio ambiente.