Por qué las empresas deben reivindicar el papel de la mujer este 8 de marzo
Hoy es el Día Internacional de la Mujer y, aprovechando esta fecha reivindicativa, queremos reflexionar sobre el papel de la mujer en el mundo laboral. La discriminación por sexo se ha invisibilizado a lo largo de la historia, pero actualmente ya es de trascendencia pública.
En Zemsania, como expertos en RRHH, creemos que la igualdad laboral es un requisito fundamental en toda sociedad moderna.
Según el informe Women in Business: ¿cumplir o liderar? de Grant Thornton, solo el 27% de las mujeres en España ocupan cargos de alta dirección. En este sentido, la Comunidad de Madrid es la que presenta más mujeres en puestos directivos, con un 33%. Le siguen Cataluña y Valencia, con un 26% en ambos casos. Como vemos, los números son muy bajos en relación al colectivo masculino. Además, según el INE existe una diferencia salarial anual de más de 5.000 euros entre hombres y mujeres a favor de los primeros.
Datos sobre la mujer en el mundo laboral
A pesar de que en España las mujeres forman el 51% de la población, existe una desigualdad laboral importante. Según datos del Instituto de la Mujer, el CSIC y el INE, solo el 28% de los altos cargos en administración pública son mujeres. Hablamos a continuación de los ámbitos laborales que más destacan:
- Educación. La mayoría de rectores son hombres, quedando las mujeres en un 13%. En el mundo catedrático solo hay un 22% de mujeres y, en los equipos de las Reales Academias, un 11%.
- Política y economía. Las embajadoras en gobiernos extranjeros forman un 13%. A nivel de gobernanza, en España solo hay un 19% de alcaldesas. Un dato también preocupante es que el 37% de los cargos ejecutivos de los principales partidos son mujeres.
- Ámbito judicial. En el mundo judicial la mujer goza de más relevancia, puesto que hay un 52% de juezas y magistradas. Además, el 43% de los miembros del Consejo General del Poder Judicial son mujeres.
- Empleo doméstico. El colectivo femenino ostenta el 98% de puestos de trabajo de este sector. En relación a esto, no hay que olvidar que las tareas del hogar suelen recaer en la mujer, que normalmente también se encarga de cuidar de los hijos o personas dependientes. Para ello, en ocasiones deben pedir excedencias, cosa que reduce todavía más su capacidad adquisitiva.
Valores a potenciar para asegurar la inclusión
Asegurar la inclusión de la mujer en el mundo laboral genera cohesión en la empresa. Para conseguirlo, Jennifer Thorpe Moscon, doctora en comportamientos de liderazgo y prácticas organizacionales inclusivas, explica que existen hay cuatro conductas de liderazgo que fomentan la inclusión:
- Empoderamiento. Se basa en permitir que el equipo explote su talento y que superen las expectativas con éxito.
- Rendición de cuentas. Delegación de responsabilidades en los ámbitos que cada profesional controle. Esto demuestra confianza en la plantilla.
- Valentía. Consiste en impulsar a los trabajadores a hablar de forma directa y clara. Así, el profesional aprende a asumir riesgos necesarios.
- Humildad. Explotación de los errores como oportunidades para aprender. Se trata de la capacidad de admitir que no somos perfectos y que en ocasiones necesitaremos consultar a otros profesionales para combinar ideas.
Estas cuatro iniciativas, aplicadas al colectivo femenino, pueden avivar la igualdad y el papel de la mujer en el mundo laboral. Otorgar libertad y responsabilidades es el mejor modo de equilibrar la balanza.
Cómo impulsar la igualdad de género
Aunque tiene más dificultades para alcanzar altos cargos, el papel de la mujer en el mundo laboral es tan importante como el del hombre. De hecho, impulsar el liderazgo femenino es positivo para las empresas.
Conseguir la igualdad de género en el empleo es un reto debido a cómo está estructurada la sociedad. Sin embargo, es posible minimizar estas diferencias siguiendo una serie de consejos:
- Aceptación de la diversidad de género. Cuantos más tipos de personas distintas haya en la empresa, más enriquecedor será el ambiente laboral. Esto se aplica al género, pero también a la etnia, el origen o la clase social.
- Destrucción de la brecha salarial. Si realizan la misma actividad laboral, las mujeres deben cobrar lo mismo que los hombres. No hay razón que pueda justificar lo contrario.
- Valoración de la mujer. Hay que ir más allá de los factores económicos y valorar los éxitos de las mujeres del mismo modo que los de los hombres.
- Elusión de medidas simbólicas. Las empresas deben olvidar las políticas pensadas para únicamente dar una buena imagen ante la esfera pública.
- Promoción del liderazgo femenino. Es importante analizar y valorar las capacidades de las mujeres del equipo, normalmente infravaloradas.
- Revisión de las comunicaciones. Las empresas deben garantizar que las comunicaciones internas y externas de la empresa sean no sexistas.
- Análisis de las políticas de igualdad. Una vez aplicadas las políticas de igualdad, es vital dar a conocer el beneficio que han generado. Así, otras organizaciones imitarán el procedimiento.
Qué opinan los directivos españoles
Los directivos españoles también han hablado sobre las medidas para potenciar el papel la mujer en el mundo laboral. En este aspecto, más de la mitad de los empresarios rechazan las auditorías de brecha salarial. El 60% sí considera estas medidas efectivas, pero con concesiones. Consideran que es necesario un acuerdo entre Gobierno, patronal y sindicatos.
Los empresarios también rechazan la ley de cuotas. En concreto, el 79% de los directivos no apoya esta ley, que penaliza a las empresas con menos del 40% de mujeres en el órgano directivo. Grant Thornton también preguntó por las barreras que impiden las políticas de igualdad y el 66% de los empresarios respondió que no existen.
A pesar de los datos anteriores, el 90% de empresas españolas aplican políticas de igualdad salarial para hombres y mujeres que ejecuten la misma actividad. Además, el 83% ya está aplicando políticas no discriminatorias para contratar personal. Si bien parece que algunas empresas están moviéndose para solventar esta situación, habría que plantearse si lo están consiguiendo. De no ser así, habría que replantear las acciones necesarias para fomentar la igualdad de oportunidades.
Las mujeres forman uno de los colectivos que más ha sufrido la precarización laboral. Conseguir un buen trabajo y alcanzar puestos de liderazgo es difícil, pero para este sector puede ser una odisea. Por ello, concienciarnos respecto a la discriminación laboral es más importante que nunca. Actualmente existen muchos movimientos a favor de la igualdad de oportunidades, y es por ello que es el momento de impulsarlos.